¿Por qué correr en calor cuesta tanto?

Toda persona que ha intentado correr en un clima caliente sabe que las altas temperaturas hacen todo más difícil. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto correr y rendir bien en climas calientes y húmedos? ¿Qué es lo que pasa en nuestro cuerpo? ¿Es peligroso?

Nuestro cuerpo es una máquina, y como tal produce calor. HLo malo es que hasta un 80% de la energía que tenemos se pierde en calor, y solo un 20% se transforma en movimiento. Cuanto más intensa sea la actividad física, más calor se genera y eso es un problema para la máquina del cuerpo humano, que está diseñada para funcionar dentro de un rango de temperatura muy limitado: 35-42 grados celsius.

Cuando corremos una carrera lo hacemos a una alta intensidad porque queremos llegar lo más rápido posible a la meta. Esto hace que se incremente el metabolismo (y por ende la producción de calor) hasta 25 veces sobre el nivel de reposo. A este paso el cuerpo se calentaría 1° cada 5-7 minutos, y en cuestión de media hora inevitablemente colapsaríamos.

Dichosamente el cuerpo tiene 4 vías distintas de perder ese calor que genera y así mantenerse en los límites permitidos. Esas vías son:

Radiación: El calor se transfiere a través de ondas electromagnéticas. Si el ambiente alrededor del cuerpo está más frío, se pierde calor, si está más caliente, se gana calor.
Conducción: Transferencia directa del calor de un cuerpo a otro a través del contacto molecular. Por ejemplo si el asfalto está más caliente que el cuerpo, al poner el pie nos transmitirá ese calor.
Convección: Transferencia de calor por el movimiento de un gas o un líquido. Por ejemplo el viento barre las moléculas de aire calientes que rodean la piel y produce un efecto de enfriamiento.
Evaporación: el agua que se evapora de la piel y en los conductos respiratorios es la forma más eficiente de perder calor durante el ejercicio.

Estas 4 vías funcionan de maravilla cuando el clima está fresco, impiden que nos calentemos demasiado y nos ayudan a mantener un buen rendimiento.

El problema viene cuando corremos en climas calientes, como el de Limón y Puntarenas. Conforme aumenta la temperatura se reduce la capacidad de perder calor mediante los tres primeros mecanismos. De hecho, si la temperatura supera los 33° no solo no perdemos calor, sino que ganamos calor mediante radiación, convección y conducción. En esas condiciones el único método que nos queda para mantener la temperatura corporal dentro del rango aceptable es la evaporación.

Entonces empezamos a sudar más, para evaporar más y enfriarnos. Pero si a la alta temperatura agregamos una alta humedad en el ambiente, perdemos la cuarta y última vía que teníamos para perder calor. El sudor no se evapora sino que chorrea de nuestra piel y cae al suelo. El sudor que cae al suelo es un desperdicio, pues no es el sudor en sí lo que causa el enfriamiento, sino la evaporación del mismo. Si chorrea sin evaporarse, nos estamos deshidratando y no perdemos calor.

Una alta temperatura y humedad es a lo que comúnmente tenemos que enfrentarnos en carreras como Sol y Arena y Reto Jacó Extremo, y por eso se hacen tan difíciles. El rendimiento nunca será tan bueno en un clima caliente y húmedo como lo sería en uno fresco.

En climas calientes y húmedos:

Llega menos sangre a los músculos. La frecuencia cardiaca aumenta pero no compensa la reducción del volumen sanguíneo producto de la sudoración. Menos sangre en los músculos es menos oxígeno y menos capacidad de trabajo = baja el rendimiento.
El umbral de lactato es más bajo. O sea que corriendo a una misma velocidad submáxima acumulamos más lactato y alcanzamos más rápido el punto en el que se dispara. El lactato no es exactamente un enemigo como se ha creído siempre, pero factores asociados a la acumulación de lactato sí reducen el rendimiento.
Si la temperatura llega a 39-40° empieza a interferir la activación muscular desde el cerebro, reduciendo la cantidad de fibras músculares reclutadas. Menos fibras musculares reclutadas = baja el rendimiento.
Más sudor equivale a deshidratación si no se repone el líquido perdido. La deshidratación altera varios procesos fisiológicos que derivan en un menor rendimiento.

Así que no se sienta mal si corrió 5 minutos más lento de lo normal en Sol y Arena, hay razones que lo justifican. Pero aparte del rendimiento, correr en climas calientes y húmedos puede ser muy peligroso, al punto de que la persona puede perder la conciencia y hasta morir si no toma ciertas precauciones. Le recomendamos leer nuestros Consejos para correr en climas calientes y no morir en el intento.

Fuentes: McArdle, Katch y Katch, Fisiología del Ejercicio (2007); Noakes, Lore of Running (2001); Daniels, Daniels Running Formula(2005)