LA PÁGINA DE LOS CORREDORES
Mañana podría ser un día histórico para el atletismo mundial. Vamos, podría serlo para la humanidad entera quizás, porque mañana uno de los nuestros, de los de a dos "patas", intentará la inaudita proeza de correr una maratón, o sea 42.195 kilómetros, en menos de dos horas.
El elegido, como si se tratara de una versión atlética de Matrix, es el mejor maratonista de toda la historia. Un Neo negro, enjuto y sublime cuando lanza un pie por delante de otro para completar el ciclo que llamamos correr. Ese que parece levitar sobre el asfalto como si no requiriera mayor esfuerzo desplazarse a 21 kilómetros por hora durante dos horas completas, y seguidas. Ese que ha dicho una y mil veces lo que mañana intentará demostrar: que "ningún ser humano tiene límite”.
Se trata de Eliud Kipchoge, keniano para no variar, poseedor del actual récord mundial de maratón con un apabullante 2:01:39 logrado el año pasado en Berlín, reinante campeón olímpico e invicto en sus últimas 10 maratones.
Considerado ampliamente como el mejor maratonista de todos los tiempos, su arma más fuerte, aunque parezca extraño, no son sus piernas ni la velocidad de sus latidos. Es su mente.
Mantiene una implacable e innegociable rutina diaria de entrenamiento, que se extiende 365 días cada año, y vive una vida sencilla a 2700 metros de altura en Eldoret, Kenia, que consiste en correr, estar con su familia y compartir con sus amigos.
Antecedente.
No es la primera vez que alguien intentará bajar de las dos horas en maratón. Hace dos años, en 2017, el mismo Kipchoge, junto con el eritreo Zersenay Tadese y el etíope Lelisa Desisa intentaron por primera vez romper las dos horas en el circuito de carreras de carros de Monza, en Milán, en aquel entonces para el proyecto que Nike denominó Breaking2.
Incluso los mismos ingenieros de Nike sabían que siquiera acercarse a las dos horas era una odisea descabellada, pero es Nike y la estrategia mercadológica para su marca y para sus tenis Vaporfly 4% sería magnífica de todas maneras. Sin embargo, cuando Kipchoge paró el cronómetro en 2:00:25 en aquella prueba, todos se volvieron a ver y pensaron: “tal vez, después de todo, sí sea posible”.
Y como una espinita que se clava en el pie y se resiste a salir, Kipchoge ha mantenido en su mira el interés de ser el primero en romper la legendaria barrera de las dos horas. Tres maratones y un récord mundial después, tendrá su segunda oportunidad reconociendo que está mucho mejor preparado que en aquel entonces, ahora entrenando de 200 a 230 kilómetros por semana (un promedio de 32.8 kilómetros cada día).
Esta vez la marca comercial que quiere implantar su nombre en la historia es INEOS, la misma del famoso equipo de ciclismo que acaba de contratar a Andrey Amador, por cierto, el equipo más poderoso y ganador de la última década en el ciclismo mundial. El INEOS 1:59 Challenge tratará de romper los que han denominado como "la última barrera del atletismo moderno", una barrera tan famosa como la que rompió Roger Bannister hace 65 años cuando fue el primero en demostrarle a los escépticos que un ser humano sí podía correr una milla en menos de 4:00 minutos sin morir en el intento.
¿Qué, cómo y cuándo?
La prueba será mañana sábado 12 de octubre en Viena, Austria, en un circuito de 9.6 kilómetros absolutamente plano, rodeado de árboles, de aire puro y con una multitud de hasta 250.000 personas que se espera vaya a apoyar (gran diferencia con Monza, en donde solo había un puñito de gente alentando). La temperatura oscilará entre los 7º y 14º grados centígrados, la humedad en un 80%, no habrá lluvia ni viento que se torne relevante. Todo está absolutamente planeado y sincronizado para que cuando Kipchoge empiece a correr tenga las condiciones perfectas. Todo empezará el sábado a las 00:15 (hora de Costa Rica), y se puede ver en vivo en Youtube AQUÍ.
¿Pero qué importancia tiene esta hazaña? Después de todo, el tiempo que logre Kipchoge, al igual que el que logró en Monza hace dos años, no será oficializado por la IAAF porque el reglamento prohibe varias de las cosas que se harán para ayudar a Kipchoge, entre otras la rotación de más de 30 “liebres” (corredores que lo protegen del viento y le ayudan a mantener el ritmo deseado).
Pero la importancia no radica en la oficialización de la marca, sino en el valor de redefinir las capacidades del ser humano, de dar por cierta la frase insignia de Eliud, su famoso “ningún ser humano tiene límite”. Aunque indudablemente romántica, la frase está cargada de enseñanza para todo aquel dispuesto a abrir los ojos y ver que sus límites no son más que barreras imaginarias que la voluntad puede doblar y redefinir en el momento en que se dé cuenta e interiorice que de verdad puede hacerlo. Neo detuvo decenas de balas solo con su mirada, Kipchoge corrió 42k en menos de horas, ¿qué no podés lograr vos?
"Esto se trata de dejar un legado. Romper la barrera de las dos horas es crucial para mí. Quiero demostrarle al mundo que cuando confías en algo y tienes fe en lo que estás haciendo, lo lograrás, seas un corredor, un profesor o un abogado.". Eliud Kipchoge.
