LA PÁGINA DE LOS CORREDORES
Si antes de hoy se le ponía como uno de los mejores maratonistas de la historia, después de hoy no cabe duda que Eliud Kipchoge es el mejor: 2:01:39 es un tiempo irreal, ni siquiera soñado por el resto de seres humanos en este planeta y el keniano de 33 años lo logró hoy en la Maratón de Berlín.
Le cortó 1 minuto y 18 segundos al récord que hasta hoy tenía su compatriota Dennis Kimetto (2:02:57), el mayor corte al récord de maratón masculino en más de 50 años. En una época donde lo que se pellizcan son segundos y no minutos, Kipchoge ha elevado su nombre a lo más alto de la historia con una carrera perfecta, con una estrategia impecable corriendo con parciales negativos (la segunda mitad más rápida que la primera): corrió los primeros 21k en 1:01:06 y los segundos 21k en 1:00:33. Pasó los 5k en 14:24, a un tiempo final proyectado de 2:01:31, luego bajó el ritmo levemente y cuando se quedó sin liebres a partir del kilómetro 25 en lugar de bajar el ritmo lo aumentó (ver cuadro abajo).
¿Quién es Eliud Kipchoge?
"Cuando era joven, fui moldeado de una manera positiva, pero no tuve la suerte de tener dos padres. Cuando tienes dos padres, tienes ventaja. Así que se suponía que yo debía trabajar más duro que los otros chicos del pueblo. La vida era dura así como era, pero está bien, nunca me he quejado y nunca me quejaré" relata Kipchoge, quien nació en el distrito Nandi, en Kenia, hace 33 años. Fue a sus 18 años que anunció al mundo la promesa que sería cuando le ganó a Hicham El Guerrouj y a Kenenisa Bekele (dos gigantes de la historia) la final de 5000 metros planos en el Mundial de Atletismo. Luego Kipchoge, de 1.67 metros de estatura, pasó a ganar un bronce olímpico en Atenas 2004 y plata en Pekín 2008, ambos en 5000 metros. Dio el paso a las calles en 2013 y para los Juegos Olímpicos de Río 2016 logró sacarse la espinita del oro olímpico al ganar la maratón.
Con tan solo 52 kilos de peso y una disciplina inquebrantable, Kipchoge ha ganado 10 de las 11 maratones que ha corrido (solo perdió su segunda maratón, Berlín 2013, contra Wilson Kipsang cuando este impuso el récord de ese entonces de 2:03:23). También paritipó en el proyecto Breaking2, de Nike, en el cual logró una marca no oficial de 2:00:25, que no entró en los registros oficiales porque fue asistido por un carro guía y por liebres que se relevaban para aguantar el paso durante todo el trayecto, ambos factores prohibidos por la IAAF.
Cuando lo reclutaron para el proyecto Breaking2, de Nike, los científicos se encontraron con un serio problema: Kipchoge tenía un margen relativamente estrecho para mejorar, debido a que ya todo lo que hacía era casi perfecto: su entrenamiento, su alimentación y su actitud. "Hay una fórmula: 100% de mí no es nada comparado con el 1% del equipo, eso es trabajo en equipo y eso lo valoro" comenta Eliud en una entrevista, dejando entrever su sabiduría para entrenar.
Kipchoge mantiene un diario deportivo en el que escribe sus entrenamientos y sus emociones desde hace más de 15 años, lo cual le permite comparar su rendimiento y motivarse de cara a nuevas carreras. En un día de entrenamiento normal desayuna pan y té (con mucho azúcar, al menos 15 gramos por taza). Para el almuerzo y la cena prefiere ugali (una comida típica de Kenia densa en energía y alta en carbohidratos) con huevos o carne como proteína. En la noche antes de una carrera cena arroz, espagueti o ugali.
Corre entre 200 y 220 kilómetros por semana y sus amigos lo vacilan porque es muy poco flexible (no llega ni cerca de tocarse los pies con las manos manteniendo las piernas estiradas). Es un ávido lector de libros motivacionales y de superación personal y se duerme sin falta antes de las 9 p.m.
Algunas frases célebres del mejor maratonista del mundo:
Berlín, donde se han impuesto los últimos siete récords mundiales masculinos en maratón, lo ha hecho de nuevo de la mano de Kipchoge y la carrera del 2018 quedará grabada como una de las más memorables por la magnitud de la marca impuesta por Eliud y por el hecho de que tiró solo, solito, durante casi toda la segunda mitad del trayecto. A sus 33 años, es probable que no hayamos visto aún todo lo que Kipchoge tiene para ofrecer, y esa frase de "puedo ir más allá de los límites humanos al correr por debajo de las dos horas" está, después de hoy, aún más cerca de ser realidad.
