Ubíquese en playa Dominical. Respire hondo y sienta la brisa del mar recorriendo su piel y el rico aroma del bosque y el mar abrazándose en el calor del Pacífico Sur costarricense. Es de noche. Media noche para ser exactos, y con la ayuda de una leve luz de la luna y las estrellas usted mira hacia el este y ve una gran montaña, la más alta de Costa Rica, el Cerro Chirripó. Ahí parado, a cero metros sobre el nivel del mar y con un par de tenis en sus pies, ¿podría imaginarse correr, paso tras paso, hasta aquella lejana cumbre?
Sería una locura, seguramente. Una locura que la atleta costarricense Ligia Madrigal acaba de completar por primera vez en la historia (que se tenga registro). Nunca antes hombre o mujer alguno había intentado semejante disparate: 77.92 kilómetros desde el nivel del mar hasta el punto más alto de Costa Rica, a 3820 metros de altura, todo en un solo tirón.
Hay que ser un gran corredor para intentar algo así, y aún más grande para lograrlo. Ligia no es nueva a retos semejantes. Ella es quizás la ultramaratonista más connotada de Costa Rica: ha corrido nueve veces la carrera del Chirripó (con récord incluido en algún momento), fue la primera costarricense en correr 100 millas (160 kilómetros), y ha ganado múltiples ultramaratones en Costa Rica como el Moonrun, la Q50 y el Desafío del Valle Central.
Pero esto es algo nuevo. No es una carrera, no hay un trofeo ni una medalla al final del camino. Es un deseo y un reto personal que pocos se animarían siquiera a imaginar. Su proyecto es más ambicioso aún, y lo llama Recorriendo Costa Rica 3D (a lo ancho, a lo largo y a lo alto). Su idea es recorrer Costa Rica de costa a costa, de frontera a frontera y del punto más bajo al punto más alto. El jueves pasado Ligia logró completar la primera de estas etapas al subir del punto cero (Dominical) hasta el Chirripó en 15 horas, 29 minutos y 56 segundos.
"No hay sueños grandes ni pequeños, ideas tontas o muy locas, hay que decidirse y salir a luchar por los anhelos del corazón, por muy difíciles, lejanos o locos que parezcan. Esto es lo que quiero transmitir con este proyecto, ¡los límites están en nuestras mentes!", escribió Ligia justo antes de comenzar su sueño. No fue nada fácil, con problemas estomacales, paradas inesperadas y por momentos falta de asistencia por algún atraso de sus ayudantes. "Fueron las 50 millas más duras que hecho en mi vida", nos contó Ligia sentada en el sillón de su casa, aún recuperándose del esfuerzo. "Cuando llegué, por primera vez en la vida me quedé sin palabras, era una sensación... me sentía como en otro mundo, como caminando en un sueño, no podía creer que luego de tantos años el sueño se estaba haciendo realidad".
La segunda etapa será en Semana Santa. Ligia intentará cruzar los 290 kilómetros que tiene Costa Rica de costa a costa. "El plan es hacerlo en tres días, es decir promediar casi 100 kilómetros por día", explica la ultramaratonista. La última etapa está planeada para octubre y consistirá en correr desde Gandoca (el punto más sureño del Caribe costarricense) hasta Boca Tapada (límite con Nicaragua).
Le deseamos la mejor de las suertes a Ligia y ojalá sea inspiración para que muchos crean en sus sueños y emprendan retos personales. Puede seguir a Ligia en su página oficial y en Facebook.
Números de la travesía de Dominical a Chirripó: